El derecho de propiedad según la iglesia
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Abstract
El nuevo gobierno colombiano se quiere enfrentar a una serie de reformas trascendentales para la vida social y económica del país. Reforma agraria; reforma urbana; Reforma Tributaria; Reforma a la producción y el empleo, y como metas de todas ellas la búsqueda de una paz basada en la justicia. Todas estas reformas tienen que ver profunda e ineludiblemente con la justa distribución de los bienes terrenales dentro de nuestro país, lo que se confunde en gran parte con el derecho de propiedad. La Iglesia católica es hoy por hoy en el mundo no sólo el foco más potente de personalización y dignificación del ser humano sino el maestro más respetable y más confiable de los derechos de la persona humana y entre ellos de el de la propiedad, base de la libertad, de la superación y del engrandecimiento de la persona. Su luz es la de la fe, pero es también la de una experiencia, una investigación y una puesta en práctica durante centurias y milenios. La Iglesia tiene una doctrina sobre la distribución de los bienes terrenales fundada en el derecho primigenio y natural de todos los hombres (aun los por venir) al uso de todos y cada una de las cosas. Y en el derecho secundario, pero también natural de todos los hombres a poseer los bienes naturales que necesitan para afirmar plenamente su personalidad; por eso incluye en estos los bienes de producción de capital con la copropiedad y la cogestión de la empresa en que trabajan.