Un dispositivo que reduce el riesgo de neumonía asociada a tubos respiratorios
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Resumen
Inhalar, exhalar; inhalar, exhalar. Son actividades que se repiten de manera inconsciente y que muchas veces solo percibimos cuando nos falta el aire, porque se tapa la nariz, nos damos un golpe en la espalda o, por supuesto, cuando una enfermedad potente nos ataca. En algunos casos, es cuestión de poco tiempo poder recuperar el oxígeno y hacer que vuelva tranquilamente a los pulmones; pero hay otros de urgencia, en los que los médicos deben intervenir y generar ventilación de manera artificial.