El primer patrono y el primer rector
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Resumen
(Oración leída por el Señor Rector de la Universidad, en el acto de inauguración de las estatuas de Monseñor Salazar y Monseñor Sierra).
Mi presencia aquí se explica por la delicadeza espiritual de la Junta Organizadora en el Décimo Séptimo Aniversario de la Universidad Pontificia Bolivariana.
Monseñor Salazar me ungió el óleo del cristianismo, me condujo en la primera catequesis, y me nombró rector. Monseñor Sierra ha sido toda mi vida, desde el Seminario hasta hoy, el preceptor de mi labor educacional; por él fui a Roma, él me colocó en los claustros venerables de la Universidad de Antioquia y me llamó a colaborar en el Bachillerato cuando surgía como una ascua de aspiraciones y afirmaciones la Universidad Pontificia Bolivariana; al partir en el holocausto supremo de su apostolado sin pausas, me sugirió para sucederle en esta cruz de responsabilidades. Tremenda encomienda que yo acepté por obediencia y por ser modesto pero lealísimo intérprete de su pensamiento, misión y compromiso con Dios y con la Patria. (…).