Palabras para un grado

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Fernando Gómez Martínez

Resumen


(Discurso leído por su autor en el acto de entrega del título de doctor Honoris Causa en Filosofía Letras al Excmo. Sr. Guillermo Escobar Vélez).


Monseñor Guillermo Escobar Vélez hubiera deseado ser párroco. Así lo declaró durante un homenaje que se le tributó con motivo de su proclamación episcopal. Hijo de un agricultor, de esos viejos castellanos que honran a la estirpe antioqueña por su honradez, su laboriosidad y su modestia, y de una dama de claros talentos y virtudes, ellos le inculcaron la vida religiosa, y la parroquia, primera entidad eclesiástica que conoció de cerca en su patria chica, caló hondo en su mente y en su corazón. Ser párroco, he ahí su aspiración. Tener bajo su cuidado unos cuantos centenares de fieles, educar a los niños de la escuela en el temor de Dios, defender el pudor de las vírgenes, mantener la paz de los hogares, levantarse antes del alba para atender a sus feligreses, decir la misa por el pueblo y predicar la palabra divina al devoto auditorio; administrar los sacramentos, socorrer a los pobres, enterrar los muertos; hacer brillar como un ascua la iglesia parroquial, vivir pobremente, y rendirle, en fin, cuenta buena de su rebaño a Dios al término de la vida, tales eran las aspiraciones de Guillermo Escobar Vélez cuando hacía sus estudios en el seminario de Medellín. (…)


Palabras clave:
Escobar Vélez, Guillermo, Monseñor, 1909 - 1986 - Homenajes Gómez Martínez, Fernando, 1897 - 1985 - Proclamas y discursos

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