Libertad de expresión: viejos retos, nuevas preguntas
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Abstract
¿Qué significa hablar hoy de libertad de expresión? ¿Qué decimos cuando invocamos la libertad de expresión? ¿Qué derechos estamos defendiendo y de quién es la titularidad de esos derechos? ¿Solamente de los periodistas y de los medios de comunicación? Planteo estas preguntas porque el contexto en el que fue formulado el derecho a la libre expresión es diferente al actual. Advierto: no es que el derecho haya cambiado, es que las circunstancias han cambiado drásticamente no sólo en el contexto político sino en el del propio campo de la comunicación. Por el lado de lo político, dos elementos a mi juicio han generado un cambio significativo de perspectiva: el paradigma de la participación ciudadana y la crisis de la política, con el consecuente desdibujamiento del rol clásico de intermediación de los partidos políticos entre la sociedad civil y el Estado y la creciente habilidad comunicativa de los gobiernos para relacionarse con la ciudadanía sin esa intermediación, lo que es una señal de debilidad de lo político con derivaciones delicadas para la democracia. Y en el campo comunicativo, ya lo sabemos, el tema principal son los monopolios, la concentración de medios de comunicación y el peso de la parte empresarial en los medios, además de la enorme incidencia de la pauta publicitaria.