Sobre residuos peligrosos y soluciones viables

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Memo Ánjel

Resumen

Después de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), la tierra se fue llenando de residuos de todos los tipos: orgánicos, reutilizables, reciclables, ordinarios y peligrosos. Como dice Erich Hobsbawm, a cada cambio de revolución — la industrial (con la máquina de vapor y la máquina dinamo), la estadounidense con su premisa de libertad de empresa, la francesa con el asunto de vivir en la ciudad pagando impuestos, la napoleónica que convirtió a Europa en un inmenso París, la rusa que se centró en la industria —, el mundo productivo fue creciendo y, paralelo a esto, aparecieron residuos desconocidos.


La aparición de la ciudad industrial, con sus enormes chimeneas y canales de descarga, el uso de materias primas transformadas por la química y la aparición de productos que dejaban residuos después de producirlos y de usarlos (los detergentes, combustibles quemados, empaques, etc.) produjo lo que, en 1961, se llamó contaminación ambiental. El término apareció en Alemania Oriental y, como sabemos, cada vez que emerge un concepto nuevo la visión del mundo es otra. Conceptos como atómico, consumismo, globalización, conquista espacial, burbuja financiera, entre otros, nos han direccionado hacia la comprensión de lo que no existía o no se tenía previsto. Y quizá el concepto más fuerte sea contaminación ambiental, al que el Papa Francisco dedica una encíclica, Laudato Si, la cual pone de manifiesto que la tierra está en peligro y con ella nosotros, los animales y las plantas. En síntesis, la biosfera, que es la cadena de la vida.

Palabras clave:
Residuos peligrosos Generadores Registro de Respel Registro único ambiental Manejo de residuos

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