El excelentísimo señor Cayzedo
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Resumen
(Oración fúnebre leída por su autor en el acto de inauguración de la estatua del insigne arzobispo).
La Providencia regaló a la Iglesia y a la Patria colombianas un divino mensajero galardonado con espléndidos atributos. La figura integral de Monseñor Cayzedo se conjuga en presente y futuro con los fueros de la nacionalidad y vive encendida como lámpara en su obra inmortal: su sacerdocio, su patriotismo, su magisterio.
La estatua egregia del artífice romano recordará a las gentes una de las figuras esenciales de Colombia. Y cuando los católicos pasen frente a ella en dirección a la Basílica, se detendrán en silencio a meditar sobre los tesoros de un corazón magnánimo y la validez de su plegaria ante Jesucristo Redentor en cuya presencia habitaba y permanece como buen Pastor. (…)