Corrientes Contemporáneas de la Filosofía del Derecho
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Resumen
Auncuando es peligroso hacer afirmaciones rotundas en estas materias sutiles puede afirmarse que la actitud crítica de la filosofía arranca históricamente de la mentalidad Renacentista y domina completamente la Filosofía moderna. Pero ese criticismo deliberado es, muy curiosamente, más proclive a deformar la verdad o a eludirla cuando es una mera actitud mental que cuando es una posición total de la naturaleza, sometida en sus relaciones con el mundo al sistema vivencial que predomina en ciertas razas. Por eso al hablar de criticismo no nos referimos todavía a aquella doctrina oriunda de Koenisberg sino a la que surge por la oposición de Novum Organum de Bacón contra el Organum Aristotélico, punto de partida de la escición de los métodos inductivos y deductivos. Pero no pienso, por eso, que el método por sí mismo encarnara la revolución que representa esta filosofía estructurada sobre esos métodos sino el cambio de objetos sobre los cuales recaía. Porque el predominio de lo inductivo se debe más que todo al éxito patente en la investigación de las ciencias de la naturaleza en contraposición a lo inadecuado de los métodos deductivos para ese mismo objeto. Sinembargo, la confusión del objeto de tales métodos, es decir, el aplicarlo indistintamente a aquellas cosas experimentales y a las que caen dentro de aquella zona de lo experimentable es claro que provocara el desequilibrio en cuanto a los resultados. A un método inductivo respondía copiosamente la naturaleza, con sus resultados inmediatos pero no respondía aquella otra naturaleza por fuera de lo exclusivamente sensible, como si sometiéramos el instrumento de cuerda y el de viento a una misma percusión y enjuiciáramos su capacidad por la manera como el uno canta su nota diáfana y el otro permanece mudo, con su música amortajada en la dignidad de su silencio. (…)