Análisis Radical de la Oferta y la Demanda
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Resumen
Para hacer un análisis adecuado de la ley fundamental de toda la economía es necesario aducir algunas prenociones que justifiquen ante una genuina idea cristiana la conclusión a que lleguemos. Porque desde el mismo momento en que decimos ley le reconocemos todo aquel poder misterioso que tiene la ley, como algo ineludible, como algo sin cuyo contenido no nos podemos pasar; como norma que violada desajusta todo el engranaje social y nos sitúa como impugnadores de ese orden, fuera de su órbita, en la desnuda calidad de reos. Y si observamos atentamente el proceso de la economía y aquella unánime aceptación de que hay en ella ciertas leyes con toda la solemnidad y la justicia que ellas suponen, es porque ese proceso está referido a un orden determinado. Quiere, pues, significar esto que la Economía es también un orden y que la realización de aquel orden exige el cumplimiento de ciertas normas y el respeto de ciertas leyes que están implícitas en él y que, dado ese orden, debemos ajustamos a sus decretos para realizar uno de los fines de nuestro perfeccionamiento. (…).