Elogio de la palabra

Resumen

En el principio era ya el Verbo.

Loemos la palabra que fue dada al hombre por el Verbo. Por ti las ideas adquieren forma. Sin ti dormirían en el fondo del cerebro, larvas que no podrían nunca desplegar sus alas. Serían la posibilidad nunca realizada, el mañana permanente, el tesoro inútil del avaro.

Por ti las ideas se derraman sobre el mundo en cascada inagotable, que tiene la música de las esferas celestiales y el brillo esplendoroso del arco iris. El cerebro pensante se convierte por ti en sembrador universal, en el poder fecundante por excelencia, en vehículo de comunicaciones. Cuando te das a los demás en la entrega maravillosa de tu propia hermosura y envuelves las ideas en mantos tan sutiles y delicados como no los tuvieron los lirios del campo, cuando pasas de un alma a otra y empiezas la cadena de la comunicación espiritual, conocen los hombres al príncipe de los sembradores: el Maestro. (…)