El último círculo: Dios

Resumen

Ahora, con temblor reverente, intentamos coronar este ensayo refiriéndonos estremecidos al que Es.

No se trata de una explicación. Dios está por encima de todas las explicaciones posibles. Los mejores filósofos pueden, apenas, señalar la necesidad de su existencia y apuntar sus atributos, en procesos que tienen más de demostraciones ab absurdo que de pruebas directas. En el terreno del puro pensamiento -es decir, prescindiendo de factores religiosos se llega a Dios para no llegar a las tinieblas definitivas. Recuerdo la observación que me hizo alguna vez un docto sacerdote, al comentarle yo la identidad lógica que existe entre los materialistas puros y los deístas. Es preciso, le decía yo, para explicarse el universo y no hundirse en la pesadilla de una serie infinita de causas, llegar a un ser que no tiene causa, o que es causa de sí mismo como dicen los filósofos. Nosotros lo creemos inteligente y personal; los materialistas lo creen material, pero ambos admitimos ese ser inicial. O el Dios espiritual, inteligente e increado, o la materia increada. O pegarse un tiro, comentó el sacerdote. (...)