Las apraxias

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David Pineda Salazar
Luz Marina Galeano Toro

Resumen

El movimiento voluntario anatómica y funcionalmente tiene su base en la unidad motora y sus conexiones con la corteza motora a través de las vías piramidales. Existe una proporción directa entre la solidez y precisión de la contracción motora y la representación cortical del movimiento; la mayor parte de la densidad neurocortlcal se encuentra donde se utilizan las unidades más rápidas en los movimientos de destreza.


El movimiento voluntario no es un simple sistema eferente, sino que depende de un sistema sensitivo propioceptivo que informa al cerebro sobre la actividad muscular y su longitud, tensión y posición, formando así la cinestesia o sensibilidad al movimiento.


En el nivel neuropsicológico, el movimiento es el resultado de un proceso de aprendizaje que comienza como un reflejo y progresa gradualmente hacia un objetivo específico, mediado por el lenguaje interno. Este proceso de aprendizaje pasa por los pasos de generalización y activación de la mayor parte de la corteza y luego la localización en pequeños grupos neuronales con el resultado final del estereotipo motor o práxico automatizado. De esta manera, los actos motores se estructuran como gestos.


Los trastornos motores se denominan apraxlas y se correlacionan con lesiones parietales izquierdas o derechas según el dominio de la patente y su aprendizaje motor.


 

Palabras clave:
Movimiento sistema motor vías motoras praxis apraxias neuropsicología motora aprendizaje del movimiento

Detalles del artículo

Biografía del autor/a

David Pineda Salazar , Universidad Pontificia Bolivariana

Neurólogo Clínico – Profesor de Neurología U.P.B. – U. DE A. profesor de Neurología U.S.B. Medellín. Presidente de la Asociación Colombiana de Neuropsicología y la Sociedad Neuropsicológica de Antioquia.

Luz Marina Galeano Toro, Universidad San Buenaventura

Psicóloga. Profesora de Neuroaprendizaje. U.S.B. Medellín.