Tapias viejas
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Resumen
Las ruinas tienen siempre sabor a eternidad. Para alguien nacido en ahora una población sumergida, la plástica de sus manos plasma con profundos arte y amor su viejo terruño, hundido, pero no desaparecido bajo las aguas, como en un proceso de permanente purificación; y cuando todo el mundo la creía muerta, surgió de entre ellas para proclamar sus visos de eternidad. Ese es el Viejo Peñol, a quien Gustavo ha querido dejar para siempre plasmado en esta acuarela. ¡Las viejas tapias nunca desaparecerán! Y ellas nos Invitan a pasar a través de su puerta entreabierta, para contemplar, si empujamos esa ala, la verdad de una población que se cree eterna y se niega a desaparecer.