Enfermedad y muerte del libertador
Contenido principal del artículo
Resumen
Ha querido la muy ilustre Universidad Pontificia Bolivariana, conmemorar el sesquicentenario de la muerte de El Libertador Simón Bolívar, en cuya gloria hinca sus raíces este centro del humanismo y de la ciencia. Lo está conmemorando con un ciclo de conferencias sobre la vida y la obra de ese genio americano que nació en Caracas, el día 24 de julio de 1783, y se apagó, triste y con una grandeza imperecedera y sin medida, el 17 de diciembre de 1830, siendo la una de la tarde, allá junto a las playas del Mar Caribe, en una alcoba hospitalaria de la Quinta de San Pedro Alejandrino, ante el asombro atónito del generoso caballero español, Coronel Joaquín de Mier, dueño de la histórica residencia, y ante los rostros perplejos de unos cuantos generales y edecanes, los que medían minuto a minuto el ocaso del Coloso, cuyos rasgos moribundos en todo momento eran seguidos por la pupila penetrante y por la mano cariñosa del bondadoso médico Alejandro Próspero Reverend, galeno sin par por su abnegación, por su generosidad y amor, desplegados en el sagrado ejercicio de la bella ciencia de Esculapio, la que había aprendido en los claustros universitarios de su patria, aquella cautivante y pensadora Francia.