Bolívar, educador de pueblos
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Resumen
Una tarde del mes de septiembre de 1810, en la residencia de la calle Grafton, hogar del Precursor don Francisco de Miranda, el embajador de la Capitanía General de Venezuela en Londres, Coronel don Simón Bolívar, escucha entusiasmado de labios del fogoso innovador de la pedagogía, don José Lancaster, la exposición de su nuevo sistema educativo. Con esa vivacidad característica caen sobre Bolívar las nuevas inolvidables impresiones que un día se harán palpables dentro del pensamiento educativo del gran Libertador. Las ideas del británico se conjugan ampliamente con las ideas del caraqueño y hechas jirones quedan esparcidas a través de la carrera de Bolívar.
"Yo ofrezco que ningún objeto será de tanta preferencia para mí, en lo sucesivo, como la dirección de esos retoños de la vida, de esos ciudadanos que van a ser los sucesores de nuestros derechos, de nuestra libertad y de nuestra independencia, para que conserven estos preciosos bienes por sus virtudes y su ilustración. La instrucción que enriquece las facultades del alma, es el complemento de la naturaleza. Yo dirigiré, desde ahora, mis pasos a la instrucción de los pueblos y a la de sus hijos", expresó al rector de la Universidad en el acto político celebrado el 24 de junio de 1828, a la entrada del Libertador en Bogotá, procedente de Bucaramanga después de la disolución de la Convención de Ocaña.