Teresa de Jesús, santa y doctora de la iglesia

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Abel García Valencia

Resumen


En idioma vulgar vengo a decir hoy, las excelencias y las maravillas de una vida purificada por la santidad, alabada por la obra imponderable de sus Fundaciones, iluminada por sus inspiraciones de artista y exaltada por su mirífico genio. Mas no puedo, ni siquiera lo intento, describir en detalle las peripecias, los incidentes, la vida, la obra y los asombrosos hechos y milagros que realizó aquella mujer sin defectos. La serena y pura gloria de Teresa de Jesús, dentro de su armonía perfecta, elude ser aprisionada en la vaga y difusa malla de mi prosa impura y corruptible. Trato sólo de cumplir un compromiso que sobrepasa la precaria capacidad de mi entendimiento, y busco, al elevar la modesta invocación de mi estilo en estos días onomásticos de la excelsa virgen carmelitana, busco redimir un tanto el peso de las culpas y los pecados cometidos en la dura milicia terrestre. Si digo ahora mi plegaria, si pido aquí el rescate perenne, es porque pienso que en este mundo perecedero y falible sólo estamos en el albergue de unas horas y en espera de más altas alegrías, añorando el eterno descanso por el cual suspira Santa Teresa cuando exclama:


"Ay, qué larga es esta vida!


Qué duros estos destierros,


Esta cárcel, estos hierros


En que el alma está metida.


Sólo esperar la salida


Me causa dolor tan fiero,


Que muero porque no muero". (…)


Palabras clave:
Teresa de Jesús, Santa, 1515 - 1582 - Biografías Doctores de la Iglesia Católica

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