Robótica subacuática, alternativas para Colombia
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Resumen
INTRODUCCIÓN
Explorar las profundidades del mar siempre ha cautivado la imaginación humana, aunque la posibilidad de hacerlo de manera segura surgió hace relativamente poco tiempo. Los submarinos, por ejemplo, son una de las herramientas desarrolladas para incursionar en el mundo subacuático. El primer submarino tripulado se desarrolló el siglo pasado, fue construido en madera y alcanzó 30 metros de profundidad. Posteriormente, como ha ocurrido con muchos adelantos técnicos, fue la guerra la que impulsó su perfeccionamiento. Son famosos los submarinos alemanes, los cuales tuvieron un papel protagónico durante la Primera y Segunda Guerras Mundiales. Sólo ha sido en las últimas dos décadas que la investigación sobre submarinos para fines no militares ha tenido lugar. Como resultado de estos trabajos, aparecen los submarinos no tripulados o UUV (Unmanned Underwater Vehicles). Debido a los riesgos inherentes con que tiene que enfrentarse el ser humano cuando incursiona a grandes profundidades, tales como altas presiones, tiempos de permanencia limitados, dificultades de orientación, fauna peligrosa y corrientes, entre otros, no es casual que los desarrollos tecnológicos se hayan orientado a construir aparatos que no involucren la presencia del ser humano. Sin embargo, a diferencia de un artefacto no tripulado que opere en tierra, en el aire o en la superficie de otro planeta, un UUV se enfrenta con un problema particular, especialmente exigente: las ondas electromagnéticas no penetran en el agua, razón por la cual los sistemas de control remoto convencionales son inútiles en el medio subacuático. Dada esta imposibilidad física, sólo quedan dos alternativas para maniobrar el aparato. (...)