Tributo cordial de admiración histórica: Momentos escogidos en la vida, acción y gloria del libertador Simón Bolívar 1783-24 de julio-1983

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Carlos Betancur Arias

Resumen


PRIMER MOMENTO: 


El 17 de diciembre de 1830, Simón Bolívar, después de haber hecho un breve recorrido por el tiempo, que duró poco más de cuarenta y siete años, vencido por la enfermedad, humillado por las decepciones humanas y la fatiga; atormentado por sus propios compatriotas que le negaban la entrada a su patria; desterrado por los amigos de ayer que hoy le señalaban la puerta de salida con dedo zañoso, entrega su alma grande al Creador. 


Su lecho de muerto estaba rodeado por tiesos generales, por un médico y un obispo extranjero; nunca en parte alguna hizo tanta falta una mujer, como en ese lugar y en ese minuto, de la tormentosa vida del héroe. 


Los viejos punteros de un viejo reloj de pared, rendidos también por el cansancio, apenas se sobrepasaban el uno al otro, sobre el uno de su raído mostrario. 


El héroe cerró los ojos de su cara al tiempo, y en ese instante supo lo que era el infinito. A la una y unos pocos minutos de la tarde del 17 de diciembre de 1830, nació su gloria, en un salón de la vieja casa de la quinta de San Pedro Alejandrino. Y esa Gloria llevaría en sus miradas de fuego, la llama del genio vuelta corona ardida; y en sus manos empezaba a formarse la historia de sus hazañas. Bolívar empezó entonces a existir para la gloria.


Palabras clave:
Bolívar, Simón, 1783-1830 - Homenajes

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