El control penal de los excedentes: las funciones simbólicas del derecho penal y su eficacia invertida en cuanto a sus objetivos declarados
Contenido principal del artículo
Resumen
Este artículo se propone hacer un análisis de los fines no declarados por el derecho penal y de la pena misma en el Estado contemporáneo. Se aborda una selección del sistema penal, observando que la pena ejerce meramente funciones simbólicas de manifestación del poder, ya que solamente a ella son sometidos los inocentes del sistema, particularmente aquellos pertenecientes a los estratos sociales más bajos. La finalidad de tal operacionalización selectiva, no obstante no declarada, se manifiesta solamente para el mantenimiento de ese poder, por lo cual se puede concluir sobre la enorme dificultad de si teorizar una función socialmente útil para un sistema penal. El aporte teórico se fundamenta en la criminología crítica basado en el paradigma de la reacción social y en contraposición al paradigma etiológico, ampliamente difundido y aceptado hasta la década de 1960. El paradigma de la reacción social niega los principios esenciales que sustentaban la criminología tradicional, entre los cuales se encuentran el principio del fin y el de la prevención. Para la criminología crítica, este último principio, en vez de ejercer un efecto reeducativo sobre el delincuente, determina la consolidación de una verdadera carrera criminal (enfoque de etiquetas), convirtiendo así al sistema penal en un poderoso reproductor de crímenes. Igualmente, se abordan las funciones simbólicas de la pena privativa de la libertad y su eficacia invertida en cuanto a sus objetivos declarados; son simbólicas porque la instrumentalización de la ejecución penal, en las condiciones en las que ocurre, no puede ser eficaz (o no está hecha para serlo), solamente puede suscitar la apariencia de funcionalidad y eficacia en cuanto a un proyecto propuesto. Finalmente, el artículo se pregunta por la legitimidad de la ideología del tratamiento (re)socializador, ya que se desvirtúa como planteamiento (deber ser) de un “ser que aún no existe” para convertirse en un “ser que nunca será”, ya que su realización no parece posible.