El poder de la guayaba

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Ramón Darío Pineda Cardona

Resumen

En marzo de 1998 le dio la vuelta al mundo la aparición de una niña que estuvo perdida durante tres meses en las selvas del Urabá chocoano. Lina Marcela Gallego, de 10 años pudo sobrevivir a la intemperie y a la falta de comida cocinada, gracias a una pequeña quebrada de la que podía beber agua y a un árbol de guayaba del que nunca se separó por temor a no tener nada más para comer. La fruta verde, madura y hasta podrida fue su único alimento en todo ese tiempo.


Rica en fibra que beneficia el sistema digestivo, también en potasio y muy rica en vitamina C, la guayaba tiene propiedades nutritivas y no hay mamá que no recomiende su jugo, su bocadillo, su mermelada. Lina sólo pudo comerla cruda, una al desayuno, una al almuerzo, una a la comida y, aunque presentó un alto grado de desnutrición, esta fruta –y su férrea voluntad de no rendirse, claro– pudo sobrevivir.

Palabras clave:
Guayaba Secado Regalías Carnes frías

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