En los principios somos la costrucción de otros (O de Cómo la histora también es ingeniería)
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Resumen
Una construcción son las bases y un hombre es lo que hacen con él. Y para situarse en el mundo sin temores, debemos saber quiénes somos, dónde estamos y qué han hecho otros para que podamos continuar por ellos y por nosotros. Somos en cadena y no sueltos. En las tesis de Yubal Noáh Harari, el historiador israelí, hay tres ciencias básicas para que la historia se entienda y logre su cometido de acontecimiento constructor: la física, la química y la biología. La física sitúa el objeto en un espacio y le permite moverse según las fuerzas que se apliquen sobre él. La química, que es la ciencia de los encuentros y las reacciones, establece las transformaciones habidas, lo que permite nuevas clasificaciones. Y la biología, que implica seres vivos reunidos, crea sociedades (evolucionamos juntos) y en esas sociedades aparece la historia, dado que una sociedad es una construcción permanente regida por normas que buscan no cometer el error. Y si bien hay ensayo-error (son las falsaciones necesarias que propone Karl Popper), en ese proceso de unir y desunir, de mirar y situar escenarios, se logra finalmente lo que no falla. Y esto que ya no falla se convierte en un valor y, como consecuencia en una enseñanza y en un camino en el que ya uno no se pierde.