Sobre el valor metódico de la historia de la metafísica
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Resumen
La primera actitud filosófica ha sido resueltamente metafísica. Los remotos pensadores de Jonia se entregaban a una osada averiguación ontológica conducida con callada y plena confianza en la capacidad de la razón. Si se dejan de lado concepciones míticas del animismo y otras afines, la primera conducta cognoscitiva ante la realidad puede imaginarse, tal como hace más o menos N. Hartmann, como la admisión del mundo dado inmediatamente, mundo de cosas; afirmación tácita, por lo tanto, de que las cosas dadas y tal como son dadas constituyen la realidad. La superación de esta postura, y con ella el comienzo histórico de la filosofía occidental, sobreviene con la crítica de la experiencia a la luz de la razón, con la comprobación, que debió parecer en su ocasión sorprendente, de que la visión inmediata, directa de la realidad, por convincente que parezca a primera vista, no satisface apenas funciona el análisis racional, la crítica, la reflexión aguda sobre ella. Hay que hallar, pues, la realidad verdadera y sin reproche. Y a esta tarea se aplica la razón, sin sospechar durante mucho tiempo que ella también, como los sentidos, pueda tener leyes y exigencias propias, ajenas a la íntima estructura y comportamiento de la realidad. A la primitiva fe en los sentidos sucede una fe no menos dogmática en la razón. (...)