La anarquía de los sistemas filosóficos: el problema de la filosofía
Contenido principal del artículo
Resumen
No cabe duda que el primer problema de la filosofía es el problema mismo de la filosofía. Más aún, puede decirse que es el primero y el último de los problemas filosóficos. Aunque paradójica, esta aserción no es, sin embargo, ni una mera falacia, ni un puro desliz verbal. Otras muchas expresiones filosóficas -a veces, las más certeras y penetrantes-, acusan, también, ese mismo aire paradójico. Y es que, en realidad, la paradoja es un recurso insustituible e indispensable a la expresión filosófica, ya que la filosofía es, ella misma, interiormente, una pura paradoja. Al afirmar, pues, paradójicamente, que la filosofía es el primero y el último de los problemas de la filosofía, no hacemos sino aludir a esa interna y contradictoria estructura que aunque extraña, le es esencial. (...)