Cuando la tecnología es el problema: innovación y apropiación sociotecnológica con miras a la inclusión y el desarrollo
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Resumen
El final del siglo XX fue un cierre de milenio, pero, también el comienzo de lo que se ha llamado la Cuarta Revolución Industrial. En ella, términos como ciencia, tecnología, conocimiento, globalización y desarrollo han cambiado sus acepciones en múltiples sentidos. Las implicaciones de la Cuarta Revolución Industrial son numerosas. Muchas de ellas ya nos afectan. Los temas tratados son variados, pero en todos los casos incluyen binomios controversiales para el humanismo: lo virtual/lo físico, lo digital/lo material, mecanización e industrialización, conocimiento tecnocientífico/ conocimiento humano, teletrabajo, biociencias, bioética, nuevas formas de comunicación, nuevas formas de creación, impacto social entre el conocimiento abierto y la propiedad intelectual, talento/fuerza de trabajo… Nuestro país está en un parangón: si bien quiere entrar en la llamada economía del conocimiento, está en el puesto 61 de 100 en temas de competitividad y en el puesto 64 de 100 en temas de preparación tecnológica, es decir, tiene mucho camino por recorrer en el índice de Desarrollo Humano, y si bien mejoró para 2015, aún no está en el promedio. Nos falta gobernanza, sostenibilidad ambiental, infraestructura inclusiva, autogestión de los recursos, mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes, participación social y mejores empleos. Todavía pensamos en el conocimiento centrado en procesos tecnocientíficos distantes de las realidades sociales concretas que nos atañen. Una de las estrategias para salir de esta encrucijada está en una mejor comprensión del conocimiento desde las universidades como centros de formación de los futuros profesionales de nuestra nación. Y parte de esa comprensión frente a cómo construir conocimientos más coherentes con el contexto nace de trabajar desde la innovación sociotecnológica y la apropiación social. Estos temas motivan esta reflexión.