Educación de la voluntad
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Resumen
I - A la luz de la verdad
Las discusiones filosóficas relativas al entendimiento y a la voluntad, tienen un valor innegable. Muchos son los errores cometidos por exageración en la apreciación de cada una de las dos tendencias; pero una vez más se cumple aquello de que, de la discusión sale la luz, aunque por desgracia es un hecho que, salida a la luz por medio del entendimiento clarísimo de Santo Tomás, muchos llamados filósofos no han querido aceptarla; bien podría decirse en este caso la palabra de San Juan: "Apareció un hombre enviado de parte de Dios; éste vino como testigo para dar testimonio de la luz ...". En cuanto a nosotros, no nos queda duda: el objeto del entendimiento es lo verdadero; el objeto de la voluntad, lo bueno. Siendo dos objetos distintos, son motivo de diferentes actividades, y por lo tanto de dos potencias distintas de la misma alma. "La voluntad no conoce, es ciega; el entendimiento no apetece. De donde, la reducción de conocimiento a voluntad, o de ésta a aquél es imposible. Y no sólo eso sino que "conocer y querer implica, incluso, una oposición formal: interiorización-exteriorización" (...)