En el ejercicio de la caridad confluyen Tecnología, Ingeniería y Humanismo

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Piedad Gañán Rojo

Resumen

Desde hace algunas décadas existen corrientes de pen­samiento que sugieren que, al incrementar el consumo de bienes y servicios, muchos de ellos accesibles gracias a los innegables aportes de la ciencia y la tecnología, será posible mejorar la ca­lidad vida, ser más felices, gozar de mayor bienestar. En algunas ocasiones son precisamente estos enfoques los que entonces enar­bolan las banderas de la separación entre saberes y la permanen­te exclusión de lo humano, en particular cuando se vincula con la espiritualidad o con la confesionalidad. Es como si el hombre tuviese que renunciar o dejar de lado lo que justamente lo hace humano. En este escenario de opuestos que, en lugar de acercar busca establecer trincheras infranqueables en el conocimiento es preciso de erradicar. Este texto presenta algunas ideas que toman como elemento central algo tan humano como la caridad que puede verse apoyada o beneficiada en su realización a través de las prácticas cotidianas de los proyectos de ingeniería, pues que, si podemos aprovechar todas las dimensiones del conocimiento humano, sin excluirlas o aislarlas, es posible avanzar en el mejo­ramiento de las condiciones de vida para todos en armonía con el entorno y sin sacrificar el futuro de las nuevas generaciones, propósitos todos ellos que comparten tanto la ingeniería como las demás áreas del conocimiento.

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