Olaf oye a Rachmaninof
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Resumen
Es curioso eso de cómo tantas cosas ocurren todo el tiempo sin que uno se entere, hasta que se tropieza con ellas. Como eso de los que tocan el piano y andan por todas partes cobrando tres coronas por cada parroquiano que los quiera oír. Yo nunca hubiera sabido de esa clase de tipos si no hubiera sido por mi sobrina Juanita. Yo he cuidado a Juanita desde que estaba en la cuna. Como Felipa, mi mujer, no la soportaba. La mandé a un internado, donde dejé que le dieran clases de música. Para esto hicieron no sé qué arreglo para las vacaciones, por lo que no la volvía a ver en muchos años. Aunque Felipa no deja de recriminarme por los gastos, yo quiero que Juanita llegue a puerto. (…)
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Cuentos noruegos Literatura - Noruega