La frontera de la paz
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Resumen
Reflexiones en torno al mensaje Papal para la Jornada Mundial de la Paz del Año 2000.
Desde mi limitada experiencia de aprendiz en la escuela de la paz me parece que los seres humanos no dejaremos de practicar la agresión mientras no tengamos la certeza de caminar juntos en la construcción de la felicidad humana. Sin duda que la raíz más profunda del "homo violens" está en la exclusión como fenómeno de desconocimiento, de dominación y de negación de aquellas oportunidades que hacen de cada ser humano un imprescindible para cualquier grupo humano o sistema social. Solamente las ideologizaciones de la paz nos permiten pensarla como el resultado de unas negociaciones entre los adversarios o como el logro de una sumatoria de reivindicaciones ante el dominador, casi siempre inalcanzables por la vía de la concesión o del sometimiento, dejando de lado la paz como proceso constructivo y dinámico, como interrelación de personas, actividades, roles y funciones, dentro de un marco incluyente. (…)