Jesús de Nazaret: manantial perenne del discipulado según el evangelio "Q"
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Resumen
Cuando un lector se acerca a la Palabra de Dios, en particular a los evangelios sinópticos (Marcos, Mateo y Lucas) para extraer los elementos fundamentales de la manera como Jesús de Nazaret, pudo conformar un grupo de seguidores, integrado por varones y mujeres de la tierra de Israel, por el siglo I ec, con mucha probabilidad se tropieza con aquellos pasajes (Mc. 1, 16-20; 3, 13-19; Mt. 4, 18-22; Lc. 5,1-11), donde Jesús toma la iniciativa de llamar a quienes él desea en su comunidad.
Muy pocas veces quien se aproxima a la Palabra se deja cuestionar por otros trazos: ¿Según las fuentes literarias más antiguas del Nuevo Testamento, respecto al argumento del discipulado, los hechos acaecieron como aparecen en los pasajes antes citados? ¿Cabe hoy encontrar otras fuentes? ¿En los evangelios asoma con igual valor el hecho de no ser discípulo? ¿Se puede ser un anti-discípulo? ¿Existen otras posibilidades?. (…)