Un instante para soñar
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Resumen
Cuando cursé mi último grado del colegio conocí la Revista Ingenio. Siempre me impresionó esa apuesta tan arriesgada porque, en un mundo de ciencia hecha para adultos y grandes científicos, existiera una publicación para jóvenes, como yo en ese entonces, y que, además, escribieran en ella jóvenes. Y aunque en ese momento quise escribir, no lo logré por múltiples condiciones. Hoy, casi diez años después, les hablo desde estas páginas que, de alguna manera, ya puedo habitar.