Laboratorio para los corazones

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Carolina Campuzano Baena

Resumen

Imagínese usted que de un momento a otro su corazón deje de producir las señales eléctricas que impulsan su latido o que haya una falla que no le permita —como órgano de bombeo— generar las contracciones necesarias para enviar sangre al resto de su cuerpo. Imagínese que, entonces, el boom boom se detiene y que por ello usted deba ser ingresado en una clínica donde intentarán salvarlo para evitar que pase a engrosar la cifra de fallecidos por enfermedades cardiovasculares que representan la principal causa de muerte en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). 


Esos médicos que están allí tratarán de encontrar alguna solución al problema, según sea su caso. Si la falla del órgano es total, tal vez dirán que se necesita un trasplante cardiaco o, quizás, que lo más adecuado sea intervenirlo de forma quirúrgica con un implante vascular para mejorar sus condiciones de vida. Por eso, a partir de uniones estratégicas de universidades y clínicas se proponen alternativas para lograr que usted, y otros millones de personas, puedan tener un tratamiento más beneficioso para estas enfermedades.

Palabras clave:
Implantes vasculares Celularización Biomateriales Biocompatibilidad

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