Los inquilinatos en el centro de Medellín: una vida de miseria en medio de expresiones estéticas
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Resumen
Familias enteras no tienen otra opción de vivienda comúnmente conocida en Colombia como inquilinato; la cual, a lo largo de los años, ha llegado a ser una de las alternativas realmente viables para solucionar el problema de un “techo” a pesar de que ésta, en la mayoría de los casos, no responda con calidad ni eficiencia a las necesidades de alojamiento de los individuos o familias.
La problemática del inquilinato radica en que su espacialidad, cuyo sentido era individual, se transforma hacia uno con sentido colectivo. Allí se produce una domesticación del espacio y los objetos, adquiriendo un valor afectivo distinto. Al interior de un inquilinato se afectan las proximidades, los ritmos y cotidianidades; se humanizan los espacios y se expresan unas estéticas diferentes. En este proceso se configuran nuevos códigos y un habitar que brinda posibilidades para cada espacio: donde se ama, se come, se pelea, se cocina, se ve televisión y se relaciona con el otro, alterando el desenvolvimiento de la vida cotidiana.